Los tubos Vortex producen hasta 6.000 BTU/h (1.757 vatios) de refrigeración y pueden alcanzar temperaturas tan bajas como -40° para satisfacer una amplia variedad de necesidades industriales en materia de refrigeración.
Se trata de un sistema respetuoso con el medio ambiente que no emite CFC y no requiere mantenimiento, ya que no tiene piezas en movimiento.
Los tubos Vortex son compactos, ligeros y fáciles de utilizar: no requieren ningún conocimiento especial para su instalación.
Al no tener piezas móviles, un tubo Vortex es muy fiable, poco costoso y no requiere ninguna conexión eléctrica en el lugar de refrigeración.
Las caídas de temperatura y los valores indicados para la producción de frigorías se dan a una presión de 7 bares y para una temperatura del aire comprimido de +21°C.
Hay que añadir que si la presión de entrada del aire comprimido es diferente de la recomendada en la tabla, la caída de temperatura en la salida del frío será menor si la presión es menor, y mayor si la presión es más elevada.
Cada tubo Vortex es ajustable a través de su válvula de estrangulación. Se puede variar la temperatura de salida -fría o caliente- así como el caudal deseado. La máxima caída de temperatura en la salida fría se conseguirá reduciendo el caudal en el lado frío; la máxima producción de frigorías se obtendrá con una caída de temperatura menor.
Atención: no hay que utilizar acoplamientos rápidos para conectar los tubos Vortex a la red, y es imprescindible que el aire comprimido esté seco y filtrado a 5 µ.